El Ministerio de Salud Pública, con acierto, impulsa una malla curricular única para que los entes que han formado Médicos de Atención Primaria en el País compartamos experiencias y tengamos una visión integral de las necesidades en el Primer Nivel de Atención.
He revisado experiencias de otros países y del nuestro. En concreto debe haber el compromiso de trabajar en pos de un bien común.
Cambiar el paradigma de la medicina hospitalo-centrista, la visión de la tecnología, que deja de lado los sentimientos y lo que significa "SER" humanos es labor muy difícil.
Debe haber ese escuchar atentamente con la empatía, (ponerse en los pies, y sentimientos del otro)
La continuidad, tanto en la formación cuanto en el desempeño de funciones (significa tener un tutor que acompañe a los médicos que se están formando) a lo largo del camino. Prioritaria es la calidad clínica de la atención.
"Experto en lo frecuente", es lo que debe ser el Médico de Atención Primaria, existen falencias en el pregrado, del conocimiento pleno y cabal de las mayores causas de morbi-mortalidad en nuestra realidad.
Tan venida a menos, la bioética, con las características de autonomía, beneficencia, no maleficencia y equidad. Son temas que no pueden faltar en cada uno de los que hacemos medicina.
Visión comunitaria. El ser humano vive en un entorno físico, con diferentes realidades sociales, climáticas, de desarrollo. Por lo que es muy importante que el Médico sea parte de esa realidad comunitaria. Con el profundo respeto de la otredad ( lo que es el otro) Con la mente abierta para aprender de la sabiduría ancestral, de la cultura de aquellos a quienes muchas de las veces consideramos "incultos". Debe tener la capacidad de intervenir en la capacitación del individuo, de la familia y la comunidad.
Debe el Médico de Atención Primaria estar en capacidad de gestionar y manejar los recursos, tanto económicos cuanto humanos asignados.
El campo de su accionar no puede ser restringido ni limitado de ninguna forma. Es el responsable de cada una de las personas que están a su cargo.
El control prenatal adecuado es prioritario y es una oportunidad que no debemos dejar pasar para el fomento y la prevención.
En una palabra, como lo definió George Engel, la visión biopsicosocial es la que debe primar.